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Motivación empresarial: mito o realidad


Generalmente,  dentro de las múltiples funciones que se le adjudican a la comunicación dentro de la organización está la de la motivación de los colaboradores. Sin embargo, la motivación como tal es un fenómeno personal, que muy difícilmente se puede lograr con comunicación. Así, del mismo modo en que una empresa no puede imponer gustos o creencias, tampoco puede motivar. Lo que si se puede es construir un clima adecuado en donde el desarrollo personal de cada colaborador sea un pilar fundamental de la cultura corporativa, en donde se dé espacio al ocio y donde se pueda incentivar el aprendizaje, a través de valores como el respeto, la colaboración y el trabajo en equipo.

Es muy importante distinguir entre motivación y persuasión. La motivación como lo indica su nombre, viene de movimiento y tiene que ver con aquello que impulsa a una persona a cumplir una meta. Visto desde este punto de vista, un incentivo por ventas o resultados podría ser un impulsador de motivación, pero realmente es más bien una táctica del tipo estimulo-respuesta, que aunque si genera el cumplimiento de metas, no corresponde a una motivación real, sino más bien a un tipo de persuasión.

Cada persona es diferente y tiene sueños diferentes ante la vida; de esta forma, sus motivaciones serán únicas e intransferibles. En conclusión, no está al alcance de la organización llegar a un nivel tan personal, y mucho menos, buscar una motivación compartida y unificada.

Lo que si se debe tener muy claro, es que toda organización debe respetar la motivación personal de cada colaborador y entender que ésta debe tener un espacio importante en la toma de decisiones. Así, metodologías como el coaching ayudan a que cada persona se encuentre con su motivación y razón de ser, y que logre aprovecharla para hacer bien su trabajo, teniendo siempre claro un propósito en la mente. Esto, ligado a un programa de desarrollo profesional y a una actitud de escucha, son ingredientes fundamentales en empresas con buen clima laboral.

Un muy buen modelo a seguir está en el Desarrollo a Escala Humana del economista chileno Manfred Max Neef, en donde se abarcan nueve necesidades humanas (subsistencia, protección, afecto, comprensión, entendimiento, participación, creación, recreo, identidad y libertad) potenciadas con una décima necesidad, llamada trascendencia. Entender estas necesidades puede dar una orientación clara de qué puede hacer una organización por mejorar la calidad de vida de los empleados.

En otro modelo, Stephen Covey habla de cuatro pilares fundamentales: el físico, el social/emocional, el mental y el espiritual, acompañados de otro muy importante que es el que él llama “Afilar la Sierra”, es decir, tomar el tiempo de descanso necesario, que todo leñador necesita para hacer que sus herramientas tengan el filo necesario para talar los arboles. En fin, modelos hay muchos, y cada organización podrá incluso crear sus propios modelos para mejorar el clima y fomentar el crecimiento personal en favor de una mejor calidad de vida. Las organizaciones preocupadas por sus colaboradores como personas, entendiendo que cuentan con motivaciones diferentes, crearán ambientes propicios para otras importantes metas como la lealtad, el rendimiento y la eficiencia.


Comunicación interna 2.0

Toda empresa sin importar su tamaño posee distintos canales de comunicación interna (unos más formales que otros), los cuales permiten “alinear” los objetivos organizacionales. Sin embargo, aún existen empresas que consideran que el hecho de contar con una publicación impresa o una cartelera en la organización, le da los argumentos suficientes para justificar que cuentan con políticas de Comunicación Interna; pero lo único que se está logrando con esta gestión unidireccional, vertical y jerárquica es informar, término que confunde muchas veces a los encargados de las comunicaciones corporativas en las empresas.

Es por ello que día a día se replantea y se renueva la forma de cómo se asumen y gestionan dichas comunicaciones, hecho que está muy ligado al rápido crecimiento de la tecnología en el mundo organizacional. Es aquí donde las plataformas Web 2.0 surgen como respuesta al afán de implementar herramientas novedosas que a veces la empresa no está preparada para asumir, generando en muchas ocasiones un fracaso de las mismas.

Un cambio hacia una Comunicación Interna que implemente Web 2.0 (a lo que llamamos Comunicación Interna 2.0), supone necesariamente un cambio hacia una Cultura Organizacional 2.0, en donde las personas dejan de ser recursos y pasan a ser una gran red que componen la organización, la información se convierte en diálogo y se descentraliza y en donde en vez de recibir datos, lo que se comienza a compartir son significados que enfoca a todos hacia el mismo objetivo organizacional.

Uno de los ejemplos más claros del uso de herramientas sociales y de la formación de una red de conocimiento y diálogo en la nueva Comunicación Interna 2.0 son los Wikis. Tradicionalmente, las empresas trabajan mediante bases de datos con restricciones de acceso que muchas veces requieren de un conocimiento técnico para hacer uso de ellas. Por el contrario, los wikis no tienen limitaciones de acceso y su software cuenta con mejores características de Usabilidad, lo que permite una mayor facilidad de navegación. Pero lo que más resulta interesante de la herramienta es la colaboración que surge entre todos las personas de la empresa para construir conocimiento y compartir experiencias ente colaboradores o áreas. Como ejemplos de empresas que implementan Wikis internos son Nokia, Accenture, Motorola, Intel, Sony, Xerox, Disney, Microsoft, Yahoo, Amazon, IBM, Google.

La implementación de herramientas Web 2.0 en una empresa que quiere gestionar su Comunicación Interna puede resultar muy ventajosa, siempre y cuando se logre inicialmente un cambio de mentalidad entre los colaboradores, en donde ellos asuman un compromiso y sientan que SON la organización. La Web 2.0 no hace la comunicación ni la colaboración entre las personas, sólo ofrece una variedad de posibilidades que facilitan el intercambio y la cooperación entre individuos.
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Esta columna fue escrita por Alejandra Guerrero.