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Dar o recibir: una decisión que puede cambiar a las empresas

Muchas compañías se enfocan en planear sus eventos de fin de año, con el fin de festejar e integrar a los colaboradores, otras lo ven de forma más estratégica y se concentran en definir las metas del año que está por comenzar. ¿Qué tipo de empresa es la suya?

Sea cual sea el departamento encargado, el fin de año se convierte en una actividad de gran importancia para las compañías. Para los administrativos, comerciales o financieros significa el cierre de año, el cumplimiento de metas y el periodo de planeación de presupuestos. Para áreas como talento humano significa la oportunidad de evaluar el desempeño de los empleados, mejorar el clima y cultivar la cultura organizacional. Para muchos colaboradores significa: ¡Fiesta!

Lo cierto, es que sin importar el enfoque o el área encargada, cómo recibir esta época es una decisión más trascendental de lo que parece. Se trata de una época en que las personas son más sensibles y están más abiertas a un cambio de actitud, es decir, el clima perfecto para cultivar la cultura y hacer actividades que permitan a los colaboradores unirse y crecer como profesionales.

Seguramente si más compañías invirtieran menos en ruidosas fiestas y alcohol y más en responsabilidad social, se construirían lazos más significativos para las empresas y la sociedad. Para nadie es un secreto que después de muchas despedidas de año, muchas veces quedan como recuerdos organizacionales peleas, personas en ridículo y problemas pasionales por culpa de los “traguitos” de más.

En cambio, es bien reconocido por psicólogos y expertos, que las empresas que trabajan por una causa social y hacen que sus colaboradores inviertan tiempo y esfuerzo en ayudar a los menos favorecidos, contribuyen a un mejor clima laboral y mejoran sus relaciones con la comunidad.

Así pues, la invitación es tomarse unos minutos de reflexión para reemplazar la actividad de cierre por una actividad más estratégica y enfocada en el futuro, en una actividad que contribuya a una causa y construya personas capaces de ser más responsables socialmente.

5 pasos para hacer el cambio:


  1. Calcule cuánto gasta su empresa en una fiesta tradicional, piense en cuantas organizaciones podrían salvar vidas, educar niños o sembrar árboles con ese dinero, por ejemplo.
  1. Hable con sus colaboradores y construya una actividad según consenso. Buscar una causa común, será el primer paso en la construcción de una “misión compartida”: el sueño de una cultura organizacional sólida.
  1. Construya una campaña interna de comunicación en la que explique los beneficios de ayudar, socialice la causa y muestre los resultados obtenidos, muy seguramente serán más a largo plazo que unas horas de diversión.
  1. Involucre a las familias, esto afianzará lazos entre colaboradores y creará un efecto bola de nieve que permitirá que más personas se unan a la causa y propaguen de forma positiva la actividad.
  1. Aproveche la actividad para dar plazo a la planeación estratégica. El sentimiento de ayuda abrirá la mente de los colaboradores a nuevas ideas y creará un clima adecuado para la innovación.


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Este post fue escrito por Emiliana Urrutia

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